Elba se erige como la isla más grande del Archipiélago Toscano y ocupa el tercer lugar en la jerarquía insular italiana, después de Cerdeña y Sicilia. Además, es el parque marino más grande de Europa y uno de los componentes integrales del Parque Nacional del Archipiélago Toscano, que comprende un total de ocho islas. Las históricas raíces de Elba, conocida por alojar al emperador francés Napoleón durante su exilio de 1814, se remontan incluso hasta la prehistoria. A medida que se explora la isla, los vestigios de su ilustre pasado cobran vida, lo que incluye desde artefactos arqueológicos en museos hasta imponentes fortificaciones y estructuras militares, como el Castello del Volterraio. Además, el encanto se extiende hasta las elegantes residencias napoleónicas del siglo XIX, entre las que destaca la Palazzina dei Mulini. Sin embargo, lo que realmente le da a Elba su fama son sus aguas cristalinas e impresionantes playas. Gracias a la riqueza del fondo marino de Elba, que está repleto de diversas especies de peces, el buceo y el esnórquel son actividades muy populares. Por otro lado, las actividades en tierra, como el senderismo y la bicicleta de montaña, cuentan un terreno acogedor. Asimismo, el golf, la navegación y la serenidad que aportan los baños termales de San Giovanni aumentan la atracción de la isla.

La Toscana es famosa por sus vinos, así que puede coger el coche desde Livorno y visitar varias bodegas excelentes, en las que podrá catar y comprar vinos de la región, conocer a enólogos locales, pasear por amplios viñedos y probar productos de la zona. Las colinas de Chianti se encuentran a solo una hora y media de la Marina di Livorno, pero le recomendamos hacer una parada por el camino para visitar las zonas de Fattoria Varramista, Podere Pellicciano o Castellani y pasar el día allí.